El dolor es atribuido a una sensación personal e intrasferible que sólo la persona que lo padece puede expresar y no somos nosotros jueces para evaluar si está fingiendo, exagerando o simplemente inventándose dicho dolor.
El dolor es un signo de alarma que cualquier ser vivo con sistema nervioso siente. Le advierte de que algo va mal y hace que busque una solución a dicho problema. Digamos que debemos dar gracias por sentir ese dolor, pues en caso contrario estariamos destinados a la destrucción temprana al no advertir el peligro.
Existen varios tipo de dolor según su duración en el tiempo, la zona localizada e incluso si el dolor es nociceptivo o propioceptivo. Sin entrar en detalles de que tipo de dolor padecemos hemos de decir que es una sensación desagradable y vivida únicamente por la persona afectada.
En mi web podeis leer la extensión del articulo sobre el dolor donde se esponen muchas novedades obviadas en la actualidad por muchos servicios sanitarios tanto públicos como hospitalarios. Es díficil encontrar un centro sanitario donde se haga una valoración del dolor completa mas allá de la simple pregunta ¿como estás?. ¿te duele?. Se necesita una buena valoración del dolor para tener un referente mínimo en el que basar los cuidados y con el que poder contrastar una buena evolución del tratamiento.
Acostumbramos a pensar que el dolor es un signo de debilidad e incluso insultamos a aquellos que lo expresan muy repetidamente. El dolor crónico no deberia de existir. Un dolor esteril, sin beneficio para el individuo debería ser abolido inmediatamente por los profesionales de la salud. Para ello existe la pirámide de analgesia de la OMS y su aplicación debería ser usada en todos los pacientes aquejados de dolor. Si bien cabe recalcar que muchos de ellos ocultan ese dolor por miedo a ser catalogados como QUEJICAS.
Recordaba un día a un señor que portaba en su cuello una cadena hecha con cuerda y un corcho de una botella de vino. Decía que era para aliviar el dolor de muelas... Yo profesional científico no le encontraba mucha explicación pero luego aprendí que: aquello que físicamente o psiquicamente ayude a aliviar el dolor será su tratamiento. Sea piel de serpiente en la cabeza, una pelusa de algodón en la frente o un collar de corcho. No debemos olvidar la parte emocional del dolor que posiblemente represente el 80% del sufrimiento padecido.
Existen en el mercado muchos medicamentos para el dolor pero últimamente no paran de salir mensajes de advertencias sanitarias como por ejemplo:
IBUPROFENO: provoca hipertensión a largo plazo. Muchos niños son tratados con el famoso DALSY (vaya nombre para un medicamento que parece de película de Disney), pues esto está provocando la aparición de procesos hipertensivos en jóvenes. Nunca antes se había visto niños hipertensos.
ACECLOFENACO: ahora resulta que este medicamento puede causar infartos de miocardio a pacientes susceptibles, y claro, quien no lo es hoy en día.
Así que poco a poco se está retirando la medicación y dejando a los pacientes con el consagrado y humorístico lema "PARACETAMOL Y MUCHA AGUA" que aunque suena grotesco y parece no aliviar seguramente provocará mucho menos efectos secundarios que la cantidad de pastillas que consumimos en un elevado porcentaje para nada.
Digo para nada pues en la sociedad actual no se tolera una mínima cantidad de dolor. Una mínima cefalea, que no una MIGRAÑA, provoca al individuo la necesidad extrema de tomar calmantes. Tal vez la publicidad haya hecho mucho en esto, invitándonos a aliviar rápidamente aquello que nos hace un mínimo de daño pero no nos cuentan que ocurre posteriormente. Tal vez el daño sea aún mayor.
Que hacer entonces
Si el dolor es soportable debe aplicar aquellas medidas aprendidas a lo largo de su vida para minimizarlo como por ejemplo:
* Busque un lugar tranquilo y relájese.
* Si necesita dormir, acuéstese
* Intente distraer la mente acerca del dolor.
* Etc.
En caso de que el dolor siga en aumento y le impida realizar sus funciones empiece siempre por el medicamento más noble que es el PARACETAMOL 1gr, puede tomar posteriormente IBUPROFENO o NAPROXENO, posteriormente iría el DICLOFENACO y por último, y digo el último pues es el menos recomendado el METAMIZOL MAGNESICO. Si bien es el medicamento más elegido debería ser el último por la gran cantidad de efectos secundarios que produce a nivel sanguíneo.
Le recomiendo que lea mi articulo en mi página web www.enfersol.es donde seguramente encontrará muchos mas datos sobre como manejar el dolor.
Pero haga lo que haga, tenga en cuenta que los medicamentos no son vanales. Tendemos a pensar que sólo sirven para quitar el dolor pero irreparablemente actúan sobre otras partes del cuerpo. Sólemos olvidar esta parte hasta que llegado el día, sentimos un dolor punzante en el estómago y entonces recordamos aquello de que podía provocar úlcera.
Jesús Muñoz
www.enfersol.es
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